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Mostrando entradas de mayo, 2021

La responsabilidad de la Iglesia en la caída de Roma

¿Fue la Iglesia responsable de la caída de Roma? Independiente de las creencias o no de los diversos investigadores, no hay un consenso absoluto al respecto, aunque si unas posibles conclusiones. Daremos aquí las claves generales para entender el proceso y explicar el contexto lo mejor posible. Antes del gran impulso de la cristiandad entre los siglos III y IV, se puede apreciar una mayor necesidad entre la sociedad del Imperio de nuevas ideas que reconfortasen las almas de sus ciudadanos y no ciudadanos. Los dioses occidentales gozaban aún de popularidad, pero su simpleza e inmovilidad hacía que las gentes buscasen otros dioses con una filosofía más elaborada, una complejidad en sus postulados y que ofreciera más respuestas. De oriente fueron llegando estas ideas mistéricas y desarrolladas como el culto a Mitra o el Zoroastrismo que fueron calando en la población paulatinamente (más en las provincias orientales, obviamente), y sólo por poner ejemplos. El cristianismo, visto como una e

Mundo de frontera en la Roma Altoimperial

¿Qué sabemos sobre las relaciones entre romanos y bárbaros en las fronteras durante el Alto Imperio romano? Durante bastantes años de mi vida me he dedicado a investigar este tema y sumergirme todo lo posible en la complejidad que conlleva. Daré claves y generalidades que, si son del gusto del público, desgranaré específicamente alguna de las fronteras que más he centrado mis estudios para la redacción de mis novelas y por interés personal. Antes de empezar, hay que tener en cuenta varias problemáticas que sirven también para entender la complejidad del asunto. Desarrollaré cada una de ellas antes de dar una serie de características más o menos generales de este interesante y vasto mundo. La primera problemática es que hay que tener en cuenta que estamos hablando de algo más de dos siglos, por lo que no es algo lineal o estático, por el contrario, es algo vivo y mutable. En muchas ocasiones la frontera es tranquila, dándose cita como lugar de encuentro para el comercio y el intercambio

El peligro de manipular la Historia

¿Cuál es el peligro de manipular la Historia? Joseph Goebbels dijo una vez que una mentira contada mil veces se convierte en verdad. Ya hablé en otro artículo anterior sobre lo que debe diferenciar un historiador, a mi modo de ver, de un aficionado a la Historia. Hoy quisiera dar mi opinión sobre este tema partiendo de la base de que quizás, alguno no esté de acuerdo y tiene algún enfoque distinto. Espero que si disienten, argumenten el por qué. Ya he mencionado que un historiador tiene una serie de herramientas de trabajo que debe usar apropiadamente para cumplir su función. Ser objetivo es difícil, si no imposible, pero al menos hay que buscar acercarse lo más posible a la verdad. Los prejuicios, inquinas y odios deben ser sometidos a las pruebas y reflexiones fundamentadas. Hay que usar argumentos y enfoques, no opiniones. Veo con cierta y peligrosa asiduidad, como se «prostituye» a la Historia en función de uno u otro interés, una ideología, un país, un colectivo, una religión o la

Plaga de Justiniano

¿Qué sabes de «la plaga de Justiniano»? Esta epidemia fue una de las devastadoras de la Historia y no es especialmente conocida. Se debe a que ocurrió en un periodo no muy querido por los aficionados a la Historia y al público común: entre el 541 y el 549 d. C. Recibe el nombre del Emperador bizantino del momento, Justiniano I, célebre por su código legal, su espléndido mosaico de Rávena y su intento de restauración del «Imperio romano de Occidente». La plaga fue, según los expertos, de peste bubónica y fue tremendamente letal por un caldo de cultivo que pasamos a explicar ahora. Para empezar, y como ya he mencionado anteriormente, desde inicios del siglo V, previa caída del Imperio romano de Occidente, se ve una tendencia de cambio en los ciclos oscilantes de la tierra: mayor frío, peores cosechas, estancamiento (si no retroceso) del crecimiento vegetativo de la población, etc. Esto unido a la pérdida del poder central de Roma y su descomposición acelerada por las invasiones de pueblo