El maniqueísmo en la Historia

¿Por qué son tan peligrosos los artículos históricos maniqueos que se encuentran por internet?


Una sugerencia en mis redes sociales y varios alarmantes artículos que he leído en los últimos meses me han animado a realizar esta reflexión. Si bien es una opinión, me baso en mi experiencia como investigador «amateur», escritor y lector habitual de libros de Historia. Permítanme.


Para empezar, es menester explicar el concepto de «maniqueísmo» basándonos en lo que dice la RAE (Real Academia Española de la lengua):


1. m. Religión sincrética fundada por el persa Manes en el siglo III, que admitía dos principios creadores en constante conflicto: el bien y el mal.

2. m. peyor. Tendencia a reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo.


En los términos que hablo es la segunda acepción, es decir, cuando se tiende a denostar o a endiosar a un país, a una civilización o a una cultura. En esta página tratamos fundamentalmente sobre el Imperio Romano y normalmente sobre el Alto Imperio porque es donde estoy más versado por mis años de investigación y tengo más intereses personales. Sin embargo, aunque en mi opinión hay mucho que admirar de esta cultura, no sería justo darle un tinte emotivo o considerarla superior por motivos preferenciales. Uso datos y opiniones tanto de otros investigadores a través de lo que se ha encontrado. Pocas veces me permito el lujo de opinar e intento que tenga una base real donde apoyarme, no en gustos personales o criterios subjetivos.


Dicho esto, el mundo está lleno de culturas diversas que desarrollaron y cayeron, interesantes y donde los aficionados de la Historia tienen preferencias. Como es normal. Pero para poder dar alegremente una opinión, hay que tener una base sólida de conocimiento. Como en toda materia. Hay disciplinas que llevan a ser creativos o imaginativos incluso, como la Física y eso la hace maravillosa. La Historia debe incitar a la reflexión. Los humanos no somos uniformes y las culturas, cuanto más desarrolladas, más complejas son. Los pueblos donde más se han desarrollado las civilizaciones, poseen sociedades más variopintas y se alternan distintas realidades al mismo tiempo. Aunque a día de hoy sean países de segunda o tercera. La riqueza no es sinónimo de variedad. Es la cultura y la inquietud lo que hace una patria rica y compleja (que no mejor).


Hay que evitar los artículos sensacionalistas donde se busca intencionadamente despreciar o enaltecer descaradamente a una nación o una cultura. Normalmente esconden motivos nacionalistas, xenófobos, racistas o económicos. No aportan nada y habitualmente su interés es desinformar y generar odio. Hay que tener espíritu crítico, buscar todos los datos posibles e informar de lo que se sabe. De lo contrario, se trata de un panfleto de propaganda.


Considerar a un pueblo bueno o malo por acciones aisladas o específicas es ser corto de miras. Y es aplicable hasta hace menos de 100 años (y en algunos países aún menos). La violencia formaba parte de la vida y no hay pueblo que fuese inmune a realizar tropelías para con sus propios ciudadanos o especialmente con los enemigos. Hay gente mala y buena, y gente que actúa a veces bien y a veces mal. Y así desde la Prehistoria hasta nuestros días. Seamos críticos y reflexivos. No se trata de dudar de todo y caer en el fácil «todo es mentira». Lo difícil es informarse debidamente, razonar e intentar ver las cosas en perspectivas, alejándose de los partidismos. Del blanco y del negro, que rara vez suelen ser ciertos y llevar a la escurridiza verdad.


Si quieres conocer mis novelas, hazte con tu ejemplar de «Gladius et Peplum. El baluarte fronterizo» y «La conspiración de los vanidosos. Gladius et Peplum».


Comentarios

Entradas populares de este blog

Canon de belleza en Roma

Carreras de cuadrigas en el Imperio romano

Salud y sexo en la antigua Roma